Desde mediados de 2020, la mayoría de los productos lácteos y cárnicos costarricenses no puede ingresar a Panamá, que alega que su contraparte no cumple con las medidas sanitarias.
La medida incluye a los sectores de turismo, biotecnología y comercio mayorista, pero excluye otros como los de extracción de recursos naturales y prestación de servicios públicos,